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miércoles, 3 de diciembre de 2014

#Ayotzinapa y las televisoras: Opinion y analisis, Diario #ElEconomista. #Compartir


blog Dic 2, 2014 | 22:38
Partidos, televisoras, narcoestado; ¡Váyanse!”. Este lema estaba pintado en una gran manta fijada en la glorieta de los Niños Héroes, de Guadalajara, en el mitin con el que cerraron dos manifestaciones en solidaridad con Ayotzinapa, el 1º de diciembre.

En el contexto de indignación y movilización que ha generado la masacre de Iguala, es evidente el rechazo al Estado y a los partidos políticos, pero también empieza a cobrar forma el rechazo abierto y manifiesto en contra de las televisoras comerciales, especialmente a las dos cadenas nacionales de televisión que tienen el control monopólico de los productos que consumen la mayoría de los mexicanos

¿Cómo ha cubierto la televisión mexicana la información sobre Ayotzinapa? A falta de un análisis cuantitativo de contenidos, se puede observar que la cobertura que han hecho está marcada por una aparente paradoja: una intensa cobertura cotidiana de los hechos, pero un marcado sesgo por privilegiar la voz oficial y por distorsionar la voz de los agraviados

Por ejemplo, en las jornada globales de solidaridad con Ayotzinapa, los noticieros estelares de TV Azteca y Televisa, incluso llevan como primera nota las manifestaciones, las cuales han calificado de históricas, como Joaquín López Dóriga hizo en la acción global del 22 de octubre; y sin embargo, durante el desarrollo del noticiero minimizan la cobertura de las manifestaciones (un minuto) por doce minutos que se le concede al discurso del poder

A este desequilibrio en el espacio a los sujetos de este conflicto se suma la constante descalificación de las acciones de protesta, pues un incidente de violencia (quema de una sede de partido o vidrios rotos en bancos o comercios) se magnifica y pasa a calificar a las movilizaciones en conjunto. Hay una tendencia a criminalizar a los sujetos que participan en esas protestas. Y todo indica que falta poco para que vuelvan a llamar abiertamente a ejercer la represión abierta, como hizo irresponsablemente TV Azteca en Atenco en mayo de 2006

Pero como ha ocurrido en otros momentos de intensas movilizaciones sociales (1968, 1988, 1994) los mexicanos no son “consumidores pasivos” de lo que las televisoras dan; hay una crítica y un rechazo a estas prácticas informativas

Basta ver como las redes sociales o algunos medios no convencionales como Desinformémonos, Agencia Subversiones, Radio Pozol o Regeneración radio (no es de Morena) han crecido exponencialmente en estos meses

Por ejemplo, las televisoras no informaron que en la manifestación del 1º de diciembre en la ciudad de México, la policía capitalina golpeó a personas inocentes, como fue el caso de Rosalinda Rojas Nieves, herida en la cabeza a macanazos, pero el video que distribuyó Desinformémonos alcanzó 4.5 millones de vistas en menos de 24 horas. Las redes sociales y medios no convencionales aceleran la falta de credibilidad de las televisoras comerciales. Justo por el papel claramente oficialista que están jugando en la cobertura de la crisis de Ayotzinapa, no es extraño que se incluya a las televisoras en ese reclamo de que se vayan todos

@rmartinmar
Se publicó ASI